Cada vez existen más tipos de guantes de trabajo en el mercado. Hoy vamos a intentar darte una visión general de lo que puedes encontrar.
Vamos a empezar a hablar de los tipos de guantes de trabajo en función de los materiales de los que están hechos. Nos vamos a centrar en aquellos materiales que tienen un uso profesional. En función de esto encontramos los guantes de nitrilo, guantes de PVC, neopreno o látex, los guantes de materiales sintéticos y los guantes de piel.
A la hora de elegir un guante tendremos que tener en cuanta el tipo de trabajo para el que se va a usar, los riesgos a los que se está expuesto (cortes, productos químicos, calor, frío, electricidad, etc.) y el nivel de protección requerido. Sobre este punto ya escribimos un post en el que hablábamos de los pictogramas de los guantes y la normativa a la que correspondían.
Guante de nitrilo Guante de neopreno Guante de piel
Dentro de los materiales también hay gran variedad. Desde los guantes de nitrilo biodegradables (como los del fabricante Showa) que tienen también nuestro sello ECOJANFER. Poco a poco lo iremos desgranando.
Ahora bien, en cuanto a los tipos de guantes según el tipo de protección que tienen que ofrecernos, podríamos hablar de:
Guantes desechables: están diseñados para un solo uso. Pueden estar realizados en distintos materiales como son el látex (flexibles y elásticos, gran sensibilidad táctil, aunque pueden causar alergias a algunas personas); también pueden ser de nitrilo que son resistentes a productos químicos, pinchazos y, aunque son algo menos elásticos, son hipoalergénicos.
Guantes para riesgos mecánicos: diseñados para proteger las manos de una gran variedad de riesgos asociados con actividades mecánicas como pueden ser la abrasión, cortes, desgarros, perforaciones y, en algunos casos, impactos. Podemos encontrarlos fabricados en materiales tan distintos como el cuero, el poliuretano, el polietileno...
Guantes térmicos de protección frente al frío: su función es la de proteger las manos en ambientes de baja temperatura, tanto en exteriores como en interiores de cámaras frigoríficas o durante la manipulación de objetos fríos. Además de mantener las manos calientes, protege de lesiones causadas por la exposición prolongada a condiciones frías (hipotermia o congelación de tejidos).
Guantes térmicos de protección frente al calor: están fabricados de tal forma que nos aíslan del calor más elevado como puede ser el que está presente en trabajos de soldadura, fundición, fabricación de vidrio, siderurgia, manipulación de metales calientes, trabajo en hornos...
Guantes dieléctricos o de protección eléctrica: este tipo de guantes nos aíslan frente a riesgos eléctricos. Por normativa, sólo pueden usarse durante 6 meses desde la fecha de fabricación. Transcurrido ese tiempo deben volver a fábrica para que vuelva a pasar una serie de pruebas que confirmen que el aislamiento eléctrico continúa operativo.
Guantes para uso en alimentación: estos guantes tienen que estar fabricados con materiales apto para el contacto con los alimentos y que no transfieran sustancias tóxicas o contaminantes. Los materiales más comunes son el nitrilo, vinilo y polietileno. Son esenciales para garantizar la higiene y seguridad tanto en la preparación como en la manipulación de alimentos.
Guantes para protección frente a químicos: están diseñados para proteger las manos de la exposición a sustancias químicas peligrosas, corrosivas o tóxica. Son indispensables en industrias como las químicas, agrícolas, de limpieza, laboratorios, farmacéutica, etc.
En próximos post os iremos hablando de cada uno de los distintos tipos. Esperamos que haya resultado de interés.