Gafas de seguridad
Existe un gran desconocimiento en cuanto a las gafas de seguridad. Al pensar en ellas solemos pensar en aquellas que se utilizan para realizar trabajos específicos y, en muchas ocasiones, pensamos más en pantallas que en gafas. Protegernos los ojos con unas gafas de seguridad para trabajar con químicos o en entornos con polvo, donde pueden saltar esquirlas, etc., son sólo alguno de los usos en los que necesariamente se deben utilizar pero hay muchos más. Hoy vamos a intentar explicar algunos de los usos, cuáles son los tipos de gafas más adecuados para ellos, así como un breve repaso de las principales normativas que regulan su uso.
Los ojos: la necesidad de proteger una parte muy sensible de nuestro cuerpo.
Nuestros ojos son una de las partes más sensibles de nuestro cuerpo. Esto supone que tenemos que protegerlos siempre frente a riesgos de distinta naturaleza, bien sean químicos, físicos o mecánicos. Por ser tan sensibles, su protección es esencial y más a la hora de realizar ciertas actividades en el ámbito privado o distintos trabajos en el ámbito laboral. Buena parte de las especificaciones relacionadas con la protección individual de los ojos vienen recogidas en la norma UNE-EN 166:2002, aplicable a todos los tipos de protectores individuales de los ojos que se utilizan contra distintos riesgos (los que se dan en la industria, laboratorios, centros educativos, bricolaje, etc.) que pueden provocar alteraciones de la visión o lesiones en los ojos, sin incluir las radiaciones nucleares, los rayos X y láser y la radiación infrarroja emitida por fuentes a baja temperatura.
La protección ocular forma parte de las medidas que todo empresario tiene que tomar para conseguir mejorar las condiciones de salud y seguridad de los trabajadores en su puesto de trabajo. Se deben proporcionar equipos de protección individual con el objetivo de combatir los riesgos residuales que no hayan podido ser evitados.
La Directiva europea 89/656/CEE, sobre utilización de los EPI, ha sido transpuesta en España mediante el RD 773/1997 de 30 de mayo. En este documento se recogen algunas indicaciones sobre los pasos que se deben seguir a la hora de elegir un EPI. Lo que no debemos olvidar es que todos los EPI deben tener la marca CE. Esto garantiza su calidad y sus prestaciones. Además de la certificación CE, a la hora de seleccionar estos equipos y de usarlos, hay que tener en cuenta otros aspectos como:
En los protectores oculares, no todos los campos de uso son compatibles con todos los tipos de monturas. Hay que ver qué diseños de monturas se adecúan a las necesidades relacionadas con el riesgo al que vamos a estar expuestos.
Tener en cuenta algunas prestaciones adicionales del ocular o de la montura que, aunque no protejan frente a riesgos específicos, sí pueden facilitar su uso, al permitir desempeñar algunas tareas con mayor facilidad (resistencia al empañamiento, a la abrasión, alta reflectancia en el IR o sistemas de ventilación en la montura).
La forma de lavar el ocular, es muy importante, para evitar arañazos, nunca usar un paño seco. Se debe utilizar siempre los productos indicados por el fabricante o, en su defecto, agua jabonosa.
En caso de que se hayan deteriorado (bien la montura o bien los oculares), deben dejar de usarse y ser desechados.
También se deben tener en cuenta aspectos de adaptación y usabilidad, para que se adecúen al máximo a la persona que los va a utilizar.
Clasificación de los protectores oculares.
Podríamos clasificarlos según:
1. La protección que ofrecen.
Podemos hablar de protección frente a impactos; frente a la penetración de partículas de polvo grueso; frente a la penetración de partículas de polvo fino y gases; frente a la salpicaduras de líquidos; a la penetración de gotas de líquidos; frente a la proyección de sólidos fundentes y metales fundidos; frente al arco eléctrico de cortocircuito; frente a radicaciones ópticas, bien sean de soldadura, ultravioleta (UV), infrarroja (IR) o solar.
2. Diseño de la montura: pantalla facial, montura integral o universal.
Las pantallas faciales protegen la cara pero no aíslan completamente los ojos. La mayoría pueden llevarse con gafas graduadas y en el caso de las pantallas para soldador existen también pantallas de mano, que son sujetadas por el usuario. Disponen de un ocular que cubren toda la zona de los ojos y parte o toda la zona facial y sobre una montura con arnés de cabeza o acoplable a casco. Este tipo de pantallas nos protegen de dos tipos de riesgos: los riesgos de origen mecánico (proyección de partículas, arco eléctrico de cortocircuito y salpicaduras de metales fundidos y sólidos candentes) y de origen físico como la exposición a radiación óptica (IR, UV y solar). Su marcado diferencia el marcado del ocular, de la montura y marcado de los protectores oculares cuando forman un todo con la montura.
En este apartado vamos a hacer un inciso para hablar también de los protectores oculares y faciales para soldadura. Podemos distinguir distintos tipos como son: gafas de montura universal, pantallas de soldador de cabeza, pantallas de soldador de mano y gafas de montura integral. Protegen de riesgos de origen mecánico (proyección de partículas y salpicaduras de metales fluidos y sólidos calientes) y de origen físico (exposición a radiaciones procedentes de la soldadura y técnicas afines)
Gafas soldadura DUPLEX y Máscara de cuero para soldadura SAFECAP con gafas incorporadas.
Por un lado se marca el ocular y por otro debemos encontrar el marcado del protector completo.
Gafas de protección de montura integral, formadas por una montura de plástico flexible con ocular panorámico cubriendo ambos ojos y banda elástica que cubre la cabeza. Al estar completamente ajustadas, protegen los ojos desde todos los lados. Cuentan con sistemas de ventilación para evitar que se empañen pero, por esto mismo, no son compatibles con todos los usos en el caso de los sistemas de ventilación directa (como por ejemplo para proteger de gases o partículas de polvo fino, partículas de polvo gruesas y frente a gotas de líquidos) y en el caso de los sistemas de ventilación indirecta, sí protegen frente a gotas de líquidos y partículas de polvo gruesas, pero no frente a polvo fino y gases. En este tipo de gafas de protección se diferencia el marcado del ocular y de la montura y el marcado de los protectores oculares en los que el ocular y la montura forman un todo.
Ejemplos de gafas de seguridad de montura integral
Las gafas de protección de montura integral, por tanto nos van a proteger de riesgos de origen mecánico (proyección de partículas o impactos que pueden ocasionar lesiones oculares, exposición a partículas de polvo gruesas -humos, virutas - , proyección de salpicaduras de metales fundidos y sólidos candentes), a riesgos ocasionados por agentes biológicos o químicos (exposición a gases y partículas de polvo finas como gases, espráis, aerosoles, nieblas...) y a riesgos ocasionados por agentes físicos como la exposición a radiación óptica (IR, UV o solar).
Gafas de protección de montura universal, formadas por dos oculares montados sobre una montura que suele ser de policarbonato o metálica muy semejantes a las que se suelen utilizar en las gafas graduadas. En ocasiones, los oculares y la montura están fabricados en una única pieza por lo que se les llaman gafas de protección de montura universal panorámicas. Este tipo de gafas nos van a proteger básicamente de dos tipos de riesgos: los riesgos de origen mecánico con proyecciones de partículas que pueden producir lesiones oculares (impactos) y de riesgos ocasionados por agentes físicos como la exposición a los distintos tipos de radiación óptica (IR, UV, solar o láser)
La mayoría de estos diseños suelen tener protección laterales para asegurar una protección mayor de la órbita de los ojos del usuario. Aquellos usuarios que tengan defectos de visión pueden utilizar gafas de protección con lentes graduadas, o bien utilizar gafas de protección panorámicas sobre las gafas graduadas. En este tipo de gafas de protección se diferencia el marcado del ocular y de la montura y el marcado de los protectores oculares en los que el ocular y la montura forman un todo.
3. Las prestaciones adicionales que reúne la lente u ocular.
Los protectores oculares pueden contar con lentes u oculares realizados con vidrio, con material orgánico (acetatos, policarbonatos, etc.) o de malla textil, malla metálica o de plástico. Los de malla protegen especialmente frente a impactos de partículas. Al igual que las lentes de las gafas de visión, la calidad óptica de los oculares se caracteriza mediante la clase óptica clasificado en uno de los tres niveles de los que consta esta clase, en cuyo marcado consta un 1, 2 o 3, donde el 1 es el que mejor visión proporciona y 3 el que peor, no pudiéndose utilizar este último durante un tiempo prolongado.
También pueden reunir otra serie de características que, aunque no aumentan su protección frente a los riesgos, si facilitan su uso como pueden ser: la resistencia al empañamiento, resistencia al deterioro superficial por partículas finas o la alta reflectancia en el infrarrojo.
Gafas graduadas y gafas de sol
Hacemos una mención a parte para este dos tipos de gafas. En cuanto a las gafas graduadas, cuando un trabajador necesite utilizar lentes correctoras en su día a día, podrá ser provisto de gafas de protección con oculares graduados, aunque existan otras posibilidades desde el punto de vista técnico (las pantallas faciales y algunos modelos de montura integral permiten ser usados con gafas graduadas comunes). De este modo, el empresario sólo está obligado a suministrar gafas de protección graduadas cuando al realizar la evaluación de riesgos se determine que no se debe utilizar alguno de los otros medios posibles.
En cuanto a las gafas de sol, están clasificadas como EPI de categoría I como gafas de protección contra radiación solar en el anexo I del Reglamento (UE) 2016/425, del Parlamento y del Consejo, de 9 de marzo de 2016 relativo a los equipos de protección individual y por el que se deroga la Directiva 89/686/CEE del Consejo.
¿Por qué se considera un EPI? La radiación solar, en especial la radiación UV, es un factor de riesgo al que todos estamos expuestos en nuestro día a día. Según los resultados de la 6ª Encuesta Europea de Condiciones de Vida y de Trabajo (EWCS), el 11,3% de los trabajadores realizan mayoritariamente su actividad laboral al aire libre, tanto en entornos urbanos (construcción, limpieza viaria, jardineros, mantenimiento viario, etc.), como rurales (agricultores, ganaderos, pescadores, etc.).
Considerando que la exposición prolongada al sol puede provocar patologías de distinta índole en los ojos (desde una conjuntivitis hasta fotorretinitis). Cuando los riesgos derivados de la exposición a la radiación solar no pueden evitarse con otros medios (medidas organizativas o técnicas).
¿Qué debemos tener en cuenta a la hora de seleccionar unas gafas de sol?
Estas gafas cuentan con lentes filtrantes frente a la radiación solar. La elección del ocular o lente solar depende del nivel de iluminación ambiental y de la sensibilización individual al deslumbramiento para poder garantizar un uso sin fatiga incluso cuando se use de manera prolongada.
Podemos distinguir dos grandes tipos: las gafas de sol de uso general y las de uso laboral. En cuanto a las gafas de sol de uso general, estos equipos suelen reunir los requisitos recogidos en la norma UNE-EN ISO 12312-1 que especifica las propiedades ópticas, mecánicas, etc. de las gafas de sol cuyo uso está previsto de manera genera y que sólo ofrecen protección frente a la radiación solar. En función de su factor de transmisión en el visible, se establecen categorías de 0 a 4, donde 0 es una reducción muy limitada a la radiación solar y 4 protección muy alta frente a la radiación solar extrema en el mar, nieve, alta montaña o desierto pero que no es apto para su empleo en conducción y carretera.
Respecto a las gafas de sol de uso laboral, suelen estar certificados conforme a la norma UNE-EN 166 donde se establece que tienen que ir marcados con la clase de protección que es una combinación de 2 números: el primero es el código de protección (tipo de radiación frente al que protege) y el segundo el grado de protección del ocular (a mayor grado de protección, mayor absorción de la radiación incidente). De manera complementaria la norma UNE-EN 172 define los requisitos del coeficiente de transmisión y las clases de protección de los oculares solares de uso laboral, estando el resto de requisitos incluidos en la norma UNE-EN 166. En este caso, las gafas de sol, además de protección frente a la radiación solar, ofrece también protección frente a riesgos adicionales como salpicaduras, impactos, etc.
Tanto las gafas de sol de uso general como las de uso laboral se incluyen en el ámbito de aplicación del Reglamento (UE) 2016/425 que regula las condiciones de comercialización y de libre circulación de los EPI y según su Anexo I, ambos tienen consideración de EPI. Por tanto, todas deben llevar el marcado CE que indica que cumplen con los requisitos esenciales de seguridad y salud que recoge el Reglamento.
Por tanto, todas las gafas de sol (independientemente de su consideración de uso) deben estar acompañadas de la siguiente información:
Marcado CE visible, legible e indeleble
Identificación del modelo y del fabricante
Referencia a la norma respecto a la que se haya certificado la misma
Clase o categoría de protección del ocular
Restricciones de uso.
La selección de un EPI de protección ocular frente a la radiación solar debe estar reflejada en la evaluación de riesgos. Su protección será óptima cuando el trabajador lo utilice conforme a las instrucciones del fabricante. A la hora de elegirlo hay que tener en cuenta las limitaciones de uso en función de su clase de protección o categoría.
En cuanto al color de las lentes solares, no es determinante en su elección, pues no siempre el más oscuro protege más. La transmisión de la radiación solar en el VIS depende del color, pero es el material el que va a determinar el coeficiente de transmisión espectral en el UV. Respecto a la forma o tamaño, la mayor parte de las veces responden a la moda, aunque en algunas circunstancia se recomienda elegir gafas de sol envolventes o con protección lateral.
Hay oculares especiales que pueden facilitar la visión incrementando el bienestar del usuario. Básicamente se trata de los oculares solares fotocrómicos (en función de la intensidad de la radiación solar, la temperatura y otros parámetros, modifican de forma reversible su factor de transmisión), polarizados (permiten eliminar los reflejos) y degradados (el tono se aclara de forma gradual siendo la parte superior más oscura y la inferior más clara).
Otros tipos de gafas: gafas anti luz azul o gafas blue stop
Estas gafas pueden ser graduadas o no. Se recomienda su uso para la exposición prolongada a pantallas. Hoy en día en muchos puestos de trabajo la exposición a pantallas (ordenador, tablet, etc.) se prolonga durante toda la jornada laboral. Esto tiende a generar fatiga visual que puede desembocar en otros problemas a la larga. El uso de este tipo de gafas ayuda a minimizar este riesgo permitiendo que el ojo trabaje de manera más cómoda y reduciendo la exposición a la luz azul emitida por las pantallas.