Labo-género, un nuevo concepto que llega para quedarse y que implica reconocer que todos los trabajadores somos iguales pero que podemos tener necesidades distintas en cuanto a ropa de trabajo, calzado laboral y de seguridad y los Equipos de Protección Individual (EPIS.)
El propio término ya nos pone en la pista de que hay detrás: "labo" de labor, trabajo y "género" refiriéndose a hombre y a mujer. Como dice el título de nuestro post, son iguales pero parecidos. Ambos tienen los mismos derechos y obligaciones laborales pero, aunque sean parecidos, no tienen las mismas características fisionómicas. De esto han dado cuenta durante siglos los sastres y las modistas y todo aquel que sabe de patronaje, corte y confección. Unas pinzas allí o aquí, más ajustado o más anchura allá, etc.
Desde que la mujer se fue incorporando al mercado de trabajo masivamente ha habido una clara evolución en la prevención de riesgos laborales y en el uso de EPIS y de ropa de trabajo y calzado de seguridad. Por suerte este ha sido un gran paso. Sin embargo, considerando que, según el INE, en el primer trimestre de 2024 más del 46 % de la población activa son mujeres, debemos considerar si el sector del vestuario laboral y los EPIS se ha adaptado a esta realidad. Ya os lo decimos nosotros: no.
Mayoritariamente, los fabricantes de ropa laboral han desarrollado sus modelos con el patronaje típico del hombre (más cintura, menos cadera, menos tiro, pecho estrecho...). Esto supone que las mujeres se encuentran con ropa que es difícil que les resulte realmente cómoda para trabajar (cintura muy grande y/o tiro al agacharse estrecho, camisas grandes para que no se abra el botón del pecho o camisetas muy grandes o muy ajustadas...). Tradicionalmente esta ropa ha sido catalogada como unisex, aunque en realidad es de patronaje de hombre.
¿Por qué es importante la adaptación de la ropa de trabajo y los EPIs por género?
Podríamos resumirlo en tres puntos:
Por seguridad: cuando la ropa de trabajo y los EPIs no se ajustan al trabajador puede comprometer su seguridad. Como un claro ejemplo tenemos los arneses de seguridad, que si están diseñados para un hombre no proporcionan la misma protección a una mujer por su diferencia de fisionomía.
Por comodidad: cuando llevas la ropa o los EPIs que se ajustan correctamente el trabajador se encuentra mucho más cómodo y se evita que puedan surgir heridas por roces, por ejemplo.
Mejoramos la igualdad: apostar por la adaptación por género de la ropa de trabajo y los EPIs demuestra que todos los trabajadores son valorados por igual.
¿Hay muchos fabricantes que hagan ropa por géneros?
En los últimos años hemos observado cómo poco a poco, tímidamente, se han ido introduciendo versiones de la misma prenda pero con distinto patrón: hombre y mujer. Son mayoría los fabricantes que ya se están sumando a la fabricación de la misma prenda en versión hombre y mujer. Hoy os traemos un ejemplo de un pantalón fabricado por Prima Protección: es el mismo tipo de pantalón pero con dos versiones en patronaje de hombre y de mujer.
Pantalón Trasgo Woman Pantalón Trasgo hombre
En calzado de seguridad destacamos un fabricante, Paredes Seguridad, que ha hecho una firme apuesta por el diseño de calzado adaptado a las características de hombres y mujeres que está trabajando en el desarrollo de su modelo JET en versión hombre y mujer. Y así podríamos seguir ofreciéndoos ejemplos.
Lo que está claro es que aquellos que no apuesten por fabricar teniendo en cuenta las diferencias de género se quedarán atrás. Apostar por el "Labo-género" dentro de una empresa mejora la seguridad y la comodidad de los trabajadores y además refuerza el compromiso con la igualdad en el puesto de trabajo.
Como punto final podemos indicar que cada vez son más las empresas que compran seleccionando productos diferenciados para adaptarlos a sus trabajadores y sus trabajadoras.