Sol intenso, calor, cambios bruscos de temperatura (aire acondicionado, sol/sombra, madrugada/día, interior/exterior...) son algunos condicionantes del trabajo en época estival. Por eso, hoy queremos ayudaros con algunas recomendaciones para elegir el vestuario laboral para el verano.
¿Cómo elegir la ropa de trabajo para el verano?
La ropa de trabajo debe de reunir una serie de características pero básicamente debe ser ligera, cómoda y transpirable.
Que sean tejidos ligeros y que nos permitan movernos con comodidad. Cada tipo de tejido (algodón, poliéster, tejido técnico...) tiene sus ventajas en comparación de los otros. Deberemos elegirlo en función de las características y necesidades del trabajo.
Que sean de rápido secado. Esto es especialmente recomendable cuando nos encontramos en situación de contrastes bruscos de temperatura durante la jornada de trabajo (trabajando dentro y fuera de locales, oficinas...)
Preferiblemente elegiremos colores claros que retienen menos el calor.
Así pues, como prendas estrellas para el verano tenemos las camisetas, polos, bermudas y chalecos.
Adecuarnos al tipo de trabajo que se tiene que realizar. Como decíamos antes, no es lo mismo trabajar en oficina o local climatizado que hacerlo al aire libre o en un mix de entrar y salir de distintos lugares. Tampoco es lo mismo estar expuesto al sol mucho tiempo, necesitar usar alta visibilidad o adoptar diferentes posturas. Evidentemente, la ropa de trabajo tiene que resultar cómoda, pero siempre tenemos que elegirla de tal forma que nos permita realizar nuestro trabajo de forma segura y, por supuesto, cumpliendo con todas las normativas que rigen nuestro puesto de trabajo.
Por eso, recomendamos siempre que la ropa no sea excesivamente ajustada para que tengamos libertad de movimiento, con cinturillas ajustables para evitar que se ajusten demasiado y opriman el abdomen. También es importante valorar, además del uso, la resistencia de las prendas, para que nos puedan ser útiles durante toda la temporada y que no sean tejidos de poca calidad que presentan poca resistencia al movimiento, la fricción o los lavados.
¿Qué otros elementos debemos tener en cuenta?
Son muchos los trabajos que suponen estar expuestos al sol durante espacio de tiempo prolongado. Por eso, es importante valorarlo a la hora de elegir los uniformes o, más bien, de complementarlos. Las gorras o gorras con protección para la nuca son elementos imprescindibles que protegen de una exposición al sol prolongada. Es por tanto, esencial, incorporarlo como parte del uniforme de trabajo en todos los tipos de trabajo con exposición al sol. Dentro del PRL, como medidas preventivas, deberemos incluir también la protección solar preferiblemente con FPS 30 o 50 y PA+++ o PA++++. La exposición al sol prolongada puede generar problemas inmediatos de salud (mareos, hipertermia, golpes de calor, quemaduras en la piel...) o a medio y largo plazo como pueden ser distintos tipos de cáncer de piel.
Además de protegernos la piel, la cabeza, también se recomienda usar calzado transpirable en la medida de lo posible, para evitar una excesiva sudoración y una temperatura muy elevada en los pies que pueden provocar la aparición de las indeseables ampollas.
Por supuesto, a todo esto (uniformes de trabajo y elementos de protección adecuados) nunca debemos beber abundante agua con frecuencia.