Cuando hablamos de seguridad laboral, proteger la cabeza es fundamental. Un casco puede marcar la diferencia entre un susto y un accidente grave. Pero ¿sabías que no todos los cascos son iguales? En este artículo vamos a resolver todas tus dudas sobre los diferentes tipos de cascos de seguridad, para qué sirven y qué normativas deben cumplir.
¿Por qué es importante usar casco en el trabajo?
El casco de seguridad no es solo un accesorio más en el uniforme laboral. La seguridad laboral es esencial en nuestro día a día y, por eso, debemos usar equipos de protección individual (EPIs) como el casco en aquellos trabajos donde sea necesario. Su función es proteger la cabeza de impactos, caídas de objetos, descargas eléctricas e incluso de sustancias químicas peligrosas. Los accidentes en la cabeza pueden ser fatales o dejar secuelas graves, por lo que el uso y la elección del casco adecuado es crucial.
¿Es obligatorio usar casco en todos los trabajos?
No en todos, pero sí en aquellos donde exista riesgo de lesiones en la cabeza. En España, la Ley de Prevención de Riesgos Laborales obliga a los empresarios a proporcionar EPI adecuados si hay riesgos que no pueden eliminarse de otra manera. Si en tu trabajo hay riesgo de impacto en la cabeza y no te dan casco, ¡exige uno!
¿Cuáles son los principales tipos de cascos de seguridad?
Dependiendo del tipo de trabajo y del riesgo al que está expuesto el trabajador, existen distintos tipos de cascos:
1. Cascos de obra o industriales
Estos son los más comunes y se utilizan en construcción, minería e industrias en general. Protegen contra impactos y objetos en caída. Están sujetos a la normativa EN 397 y UNE-EN 397, que regula la resistencia a impactos y perforaciones.
2. Gorras antigolpes para la industria (EN 812):
Protegen contra golpes de la cabeza contra objetos duros e inmóviles, pero no son adecuadas para proteger contra la caída de objetos. Se utilizan en entornos donde hay riesgo de golpes menores.
3. Cascos para trabajos en altura
Utilizados por operarios que trabajan en andamios, torres eléctricas o estructuras elevadas. Se diferencian por tener una sujeción más firme y, en muchos casos, barboquejo para evitar que se caigan. Deben cumplir la norma EN 12492, la misma que regula los cascos de escalada.
4. Cascos dieléctricos
Pensados para trabajos con electricidad. Están diseñados para aislar la cabeza del trabajador de descargas eléctricas. La norma EN 50365 regula su uso en instalaciones de hasta 1000V en corriente alterna.
5. Cascos de bomberos
Resisten altas temperaturas y protegen contra impactos, sustancias químicas y calor extremo. La normativa EN 443 establece los requisitos para este tipo de cascos.
6. Cascos especiales para industria química
Fabricados con materiales resistentes a sustancias corrosivas o productos químicos peligrosos. Dependen del riesgo específico del entorno, pero suelen cumplir la EN 14052 para alta protección contra impactos.
¿Cómo elegir el casco adecuado?
Para elegir el casco correcto, debes tener en cuenta:
• El tipo de riesgo al que estás expuesto (impactos, electricidad, químicos, calor, caídas de altura, etc.).
• La normativa vigente que debe cumplir el casco.
• La comodidad y ajuste, ya que un casco mal ajustado puede no proteger adecuadamente.
• La durabilidad del material, ya que algunos cascos deben cambiarse periódicamente según su uso y exposición a agentes externos.
¿Qué normativa deben cumplir los cascos de seguridad en España?
En España, los cascos de seguridad deben cumplir con normativas específicas que garantizan su eficacia y seguridad:
• EN 397:2012+A1:2012: Cascos de protección para la industria.
• EN 812:2012: Cascos contra golpes para la industria.
• EN 14052:2012+A1:2012: Cascos de protección de alto rendimiento para la industria.
• EN 12492:2012: Cascos para montañeros.
• EN 50365:2002: Cascos eléctricamente aislantes para uso en instalaciones de baja tensión.
• EN 443:2008: Cascos para la lucha contra el fuego en los edificios y otras estructuras.
Estas normativas establecen los requisitos mínimos que deben cumplir los cascos en cuanto a resistencia a impactos, penetración, inflamabilidad y otros factores relevantes para su desempeño en situaciones específicas
¿Cuándo hay que reemplazar un casco de seguridad?
Un casco de seguridad no dura para siempre. Se recomienda cambiarlo cuando:
• Haya sufrido un impacto fuerte, aunque no presente daños visibles.
• Tenga grietas, fisuras o signos de deterioro.
• Su fecha de caducidad haya expirado (generalmente entre 3 y 5 años según el material).
• Haya estado expuesto a sustancias químicas que puedan haber afectado su resistencia.
Conclusión: La cabeza, siempre protegida
Usar un casco adecuado puede marcar la diferencia entre salir ileso o sufrir una lesión grave. No todos los trabajos requieren el mismo tipo de protección, así que elegir el casco correcto según la normativa vigente es clave. En Janfer, contamos con una amplia gama de cascos de seguridad adaptados a cada necesidad.
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